Historias de Éxito

Desde 2006, el trabajo en conjunto entre la Junta de Beneficencia de Guayaquil, el Ministerio de Salud del Ecuador y Fundación VIHDA detecta y atiende oportunamente a las embarazadas que resultan positivas para VIH. Esta labor permite a estas madres traer al mundo a sus hijos libres del virus del VIH. Estas son sus historias.

 
 

La historia de éxito de Valeria

 
 

Supe que tenía VIH cuando estaba en el 4to mes de embarazo y fui a hacerme los chequeos de rutina, cuando me hicieron la prueba estaba sola, pero cuando me tocó ir a retirar mi resultado fui con mi esposo, estábamos muy nerviosos y casi no hablábamos por la preocupación que cargábamos. Cuando la licenciada de trabajo social nos dijo que el resultado era reactivo lo que hicimos fue llorar juntos, no entendíamos que estaba pasando, no entendíamos por qué ocurría esto y peor aún por qué nos ocurría a nosotros, nuestro mundo se nos había venido abajo.

Bueno, como comprenderán nuestra primera reacción fue devastadora, pero cuando la licenciada  comenzó a hablar con nosotros y explicarnos todo lo que debíamos saber nos pudimos ir calmando poco a poco, porque nos enteramos que el VIH no es algo que mata a las personas sino que es algo que se puede tratar y se puede vivir muchísimo tiempo, sin embargo cuando llegamos a casa, pensé en tomarme algo y no tener a mi bebé porque aún pensaba que no quería que mi hijo venga a sufrir al mundo, me costó mucho asimilar todo esto porque era tan nuevo para mí y bueno lo pensé mejor gracias a la ayuda de la psicóloga y de mi esposo y decidí tener a mi bebé.

Hasta el momento solo los padres de mi esposo saben de nuestra condición de salud, por suerte cuando ellos se enteraron lo tomaron con calma y siempre nos dieron su respaldo y apoyo, también me gustaría en algún momento tomar las fuerzas que necesito y poder contarles a mis padres, pero cada vez que lo pienso el temor a que me vayan a rechazar es mayor y desisto de hacerlo.

Lo positivo de todo esto, es que cuando haces las cosas bien y sigues las indicaciones de tu médico, de la psicóloga que está contigo, cuando pones de tu parte; todo puede ser diferente y eso pasó conmigo, soy una madre portadora de VIH pero que por mis ganas de querer vivir mejor, pude tener a mi hijo totalmente sano.

Valeria.

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“soy una madre portadora de VIH pero que por mis ganas de querer vivir mejor, pude tener a mi hijo totalmente sano y libre del virus”

 
 

La historia de éxito de Liliana.

 
 

Supe que tenía VIH hace 4 años, cuando fuimos con mi anterior pareja al hospital de Infectología porque estaba enfermo, le hicieron varias pruebas y le detectaron el virus; para él fue una noticia muy dura, no logró asimilarlo, le afectó mucho y luego falleció.

En esos momentos lo único que pensaba era en lo sola que me sentía y en que tenía que salir adelante por mi hijo, que ahora tenía 13 años; bueno de ahí no pensé llegar a tener más hijos hasta que conocí a la persona con la que estoy ahora.

Al comienzo fue muy duro poder decirle lo que yo vivía, para mi suerte él siempre se había informado de lo que es el VIH y eso me dio la confianza para contárselo.

Mi esposo se ha vuelto mi apoyo incondicional, me comprende, se preocupa por mí y por mis hijos, somos un verdadero equipo.

Cuando estuve embarazada de mi bebé tenía mucho miedo porque pensaba que iba a infectarla pero gracias al apoyo, las indicaciones de los doctores en la Maternidad y de la psicóloga Claudia de Fundación, mi hija pudo nacer sana y eso me dio más seguridad de poder salir adelante.

La bebé para nosotros es la bendición más grande que hemos tenido, su segundo nombre en Victoria, se lo pusimos porque nos dimos cuenta de que haberla traído al mundo totalmente sana para nosotros es una victoria.

Liliana.

“Mi esposo se ha vuelto mi apoyo incondicional, me comprende, se preocupa por mí y por mis hijos, somos un verdadero equipo”

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La historia de éxito de Rosa

 
 

Yo tenía 3 meses de embarazo cuando me dijeron que un examen que me habían hecho salía que era reactivo para VIH, luego me enviaron a hacerme la prueba confirmatoria, cuando me entregaron el resultado de ese examen, la psicóloga de la Fundación VIHDA que trabaja en la Maternidad me dijo que el resultado era positivo. Al inicio mi reacción fue quedarme estática, sin habla y sin poder moverme; cuando reaccioné lo que hice fue ponerme a llorar.  Luego cuando estaba más tranquila la psicóloga me explicó todo acerca del VIH y me dijo que si yo ponía de mi parte mi hija podía nacer libre del virus y eso me alivió un poco.

Mi esposo también se hizo el examen, él no quería creer en el resultado ni tampoco quería hacerse atender, pero la información oportuna que me dieron me ayudó para hablar con él y convencerlo de que se haga atender y ahora sabemos que podemos vivir bien y así seguimos.

Cuando nos enteramos que la bebe podía nacer sin el virus nos llenamos de una alegría y tranquilidad inmensa; cuando mi hija se hizo su primer examen y el resultado fue no reactivo todas esas emociones fueron aún más grandes y el agradecimiento a todas las personas que hicieron posible esto no sabíamos cómo expresarlo.

Lo bueno de todo lo que nos ha pasado, es que nos dimos cuenta de que podremos vivir muchísimo más tiempo y vamos a poder ver crecer a nuestros hijos y darles todo lo que ellos necesiten.

Rosa.

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“Cuando nos enteramos que la bebe podía nacer sin el virus nos llenamos de una alegría y tranquilidad inmensa”

 

La historia de éxito de Daniela

 

Fue durante este embarazo que me enteré que era portadora del virus del VIH, la noticia me tomó por sorpresa fue muy impactante, no pude controlarlo y entré en depresión total, las cosas que pasaban por mi mente eran ¿por qué a mí?, yo no le hago mal a nadie, si yo me cuidaba tanto.

Fue una etapa muy difícil, cada noche pensaba en que mi hijo iba a salir así, en que iba a morir, en que no lo iba a poder ver crecer y cosas así; como yo pasaba sola en mi casa era peor aún, porque me ponía a llorar, me recriminaba mucho, y como no le había mencionado nada al papá de mi bebé porque estábamos peleados y medio separados y peor aún porque  imaginaba que si le decía me iba a dejar definitivamente o me iba a discriminar, tantas cosas que pasan por la mente de uno.

Entre la angustia y el coraje, recibí toda la información que necesitaba por parte de los psicólogos de Fundación VIHDA y de los especialistas en la Maternidad, mi bebé podría nacer sano y esto calmó mi preocupación, me dio la seguridad que necesitaba.

Las cosas con mi esposo siguen siendo bastante difíciles, lamentablemente sigue siendo mujeriego y por eso tenemos muchos problemas, a veces tengo que ver la manera de poder cubrir las necesidades de mis hijos por mí misma; lo único que me interesa ahora es poder darles lo mejor que pueda a mis hijos, sacar fuerzas y seguir adelante con el apoyo de mi hermana que siempre está pendiente de mí y es la única que lo sabe.

Tengo la fé y la esperanza de ver crecer a mis hijos porque sé que si me cuido en todos los aspectos y pongo de mi parte voy  a poder mantenerme bien con mi salud y voy a vivir muchos años más, y tenga por seguro que eso es lo que más quiero.

Daniela.

 
 
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“mi bebé podría nacer sano y esto calmó mi preocupación, me dio la seguridad que necesitaba”